sábado, 15 de octubre de 2011

Taller de cerámica (1/2)

Con nuestras propias manos

Organizándonos un poco
El viernes por la mañana realizamos la primera parte de nuestro taller de cerámica. Desde unos días antes hemos empezado a saber lo importante que es la cerámica en la historia de la humanidad. A las mamás y a los papás os gustará saber que su invención se produjo en la época neolítica cuando las gentes necesitaron recipientes para guardar y transportar los frutos de las cosechas.

Si utilizo el rodillo quizá sea mejor
Al principio moldeaban la cerámica exactamente como lo hemos hecho nosotros, con las propias manos secándola posteriormente al sol si se encontraban en climas cálidos o al fuego si eran más fríos (el horno vendría mucho tiempo después). Eso es lo que hicimos con la ayuda de algunos padres y madres ayudantes. Protegimos muy bien las mesas y nos dedicamos primero a explorar el barro. Nos sorprendió muchísimo que al contrario que nuestra plastilina de clase éste estuviese húmedo pero tiene una razón de ser: eso mismo posibilitará que se endurezca al secarse. 

La cuchara de Isaac
¿Cómo era?, ¡ah, sí!
Después, básicamente, optamos por el modelo de vasija-cenicero; es decir, una base plana y ancha y poca altura. Después empezamos a darle más altura. Algunas personas decidieron que eso de las vasijas estaba muy bien pero que también son necesarias otras cosas como peines, tenedores o cucharas por lo que nos pusimos manos a la obra en eso también. Finalmente descubrimos que si nos humedecíamos las yemas de las manos con agua conseguíamos quitar algunas imperfecciones. Volviendo al neolítico esas personas descubrieron que era muy interesante decorar sus obras realizando incisiones para formas figuras geométricas o alegóricas. Aunque es mejor hacerlo con la pasta seca nosotros lo hicimos con las vasijas aún húmedas. Así aprovechamos para, de camino, poner nuestro nombre para cuando nos la llevemos para casa. Cuando terminamos pusimos las vasijas prehistóricas en la ventana. Tomará algún tiempo su secado y para entonces vendrá la divertida segunda parte de la historia: decorarlas con pintura. ¿Tenían pintura de dedos los trogloditas?, me parece que no. 

Fuentes (para saber más):

1 comentario:

  1. Bonita actividad, seguro que vuestros niños y niñas están muy contentos con estas experiencias nuevas. Felicidades.

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