Helicópteros y paracaídas

Resulta que un buen día de hace más de 1200 años un cordobés conocido como Abbás Ibn Firnás (y menos conocido como أبو القاسم عباس بن فرناس) tuvo la feliz idea de tratar de inventar y utilizar un rudimentario paracaídas. Tuvo relativo éxito y aterrizó más o menos sano tras lanzarse dsde lo alto de una torre. Nuestra idea inicial era emularlo desde el faro del Cantil pero probablemente las familias no estarían demasiado de acuerdo así que lo hemos hecho "virtualmente" en el patio de Infantil aprovechando la sesión de psicomotricidad. 

"Abito" en plena proeza.

Primero hemos practicado un poco nuestra destreza ensartando aros en conos igual que si hicíesemos aterrizar pequeños helicópteros sobre los edificios. Más que bien la mayoría hemos acertado así que cuando pensábamos que ya estábamos preparados nos pusimos manos a la obra.

Al ratito el mastro Oscar y el maestro Juan José sacaron una increible cosa multicolor de dentro de una caja. ¡Un auténtico paracaídas!, pero era tan grande que no podía utilizarlo una persona sola. Mucho mejor, cuanta más gente más divertido. Lo hemos pasado genial imaginando que volamos desde las nubes y caemos como plumas sobre el suelo ¡Gracias precursor cordobés!.