Tras unos días trabajando el otoño, esta mañana hemos
decidido compartir nuestro trabajo diario con nuestras familias. Queríamos
trabajar junto a nuestras madres (decimos madres porque papis no ha venido
ninguno, no sabemos el porqué) y enseñarles lo que somos capaces de hacer. Así
que además de los dos talleres de los que vamos a hablar después hemos
trabajado nuestras rutinas diarias. Son buenos momentos porque se abren las
puertas de la clase y entra brisa nueva. Esa brisa del otoño que a veces es
calentita y otras helada, acompañada de olores y sabores que vuelven cada año
para recordarnos que la vida siempre sigue adelante.
A las nueve en punto suena la sirena y entramos en la fila.
En esta ocasión diez mamás nos siguen en la fila. La próxima serán otras diez
diferentes. Ya en clase demostramos que la mayoría somos capaces de quitarnos
nuestros abrigos y colgarlos solos. Y
casi en un santiamén estamos sentados en la asamblea. Junto a nosotros se ponen
las mamás y observamos que algunas compañeras se ponen un poco nerviosas con el
miedo escénico. A lo largo de la mañana se nos va quitando ese nerviosismo
tonto.
Les cantamos nuestras canciones a las familias y elegimos
nuestro último en encargado del tema. Nuestro Señor del Otoño ayuda a pasar lista
cuando los demás recogemos nuestros nombres y se lo entregamos. ¡Hoy no ha
faltado nadie! Hablamos un poco de lo que hemos aprendido estas semanas y de lo
que hoy haremos. He invitamos finalmente a unas mamis a que nos lean un cuento.
Tras la asamblea el encargado elige el rincón de trabajo
para sentarse aunque hoy no trabajaremos por rincones sino que realizaremos dos
talleres. Un poco antes de empezar a trabajar hablamos de la fecha de hoy y le
enseñamos a una madre a escribir la palabra “VIERNES”.
El Señor del Otoño está hecho de hojas que han ido cayendo
estos días de los árboles. Huele a nueces y castañas asadas, y sobre todo a
bellotas que en el árbol son verdes y cuando las recogemos se ponen marrones en
un par de días.
Lo hemos fabricado con un rollo de papel higiénico coloreado
de marrón, una hoja de color libre punzada, ojos saltones y boca y botones de
gomet. Hemos trabajado el tener las cosas ordenadas y limpias y seguir unas
instrucciones sencillas.
DEGUSTACIÓN OTOÑAL
Estos días hemos estado diferenciando entre frutos secos y
carnosos, su textura y periodo de maduración. De la compra que hicimos hace
unas semanas solo han sobrevivido los frutos secos. Hoy los hemos degustado mejor.
Para ello nos han quitado la piel pero nos han dado trozos grandes para que
podamos trabajar el uso de utensilios de cocina. Los cuchillos no los deben usar
los niños de cuatro años pero hemos realizado una primera aproximación. Hay que
recordar que al trabajar con olores y sabores realizamos categorías en nuestro
cerebro que nos ayudan a enlazar más contenidos.
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