Un día en Beas

OBJETIVO:  Conocer, valorar y disfrutar algunas manifestaciones artísticas de Andalucía y la provincia de Huelva como las representaciones de los pesebres andaluces.

Tras muchos días de espera llegó el momento de ir a la cercana localidad de Beas para poder ver su famoso belén viviente. Nuestro grupo salió en una mañana fría y húmedo en dirección a "El Punto", donde cuatro autobuses nos esperaban para trasladarnos. Lo más divertido de todo fue poner nuestras mochilas en la parte de abajo del autobús y colocarnos los cinturones de seguridad (como diría Dora la Exploradora: ¡para viajar seguros!). Por el camino cantamos algunas canciones pero parece que andábamos algo nerviosillos como para concentrarnos.

Al llegar a Beas (yupiiiiiii), y gracias a la seño Inés, pudimos desayunar en el colegio Juan Ramón Jiménez donde además pudimos hacer pipí, caca y demás cosas fisiológicas. ¡Es que a los niños nos encanta eso de irnos todos a hacer pipí!. Además, allí en ese cole pudimos ver un precioso portal de Belén y divertirnos buscando al señor que estaba haciendo caca (es que fue un día muy escatológico).  El maestro Juan José dice que lo vio primero pero nosotros no estamos muy seguros. Luego, antes de volver al autobús, nos tomamos esta foto de recuerdo.

Foto de familia de la clase de Juan José.

Y por fin fuimos al lugar donde se encontraba el belén viviente. Fue asombroso y algo (o mucho) agobiante porque había mucha gente y muchos colegios y estaba algo oscuro. Se me olvidan muchas cosas pero recuerdo que pude tocar a un burrito, vi patos, una catarata y un estanque, gente curtiendo, haciendo comida, sembrando, realizando vasijas... ¡y todos los personajes comían patatas fritas de paquete!, no nos pareció muy bíblico eso. También vimos a Herodes el Grande (que en realidad era muy pequeñito), a los Reyes Magos (montados sobre camellos de mentirijilla) y alguien más que no supimos quién era.

Hay que admitir que todo estaba precioso.

 Cuando acabó la visita volvimos al autobús y al colegio. ¡Vaya día habíamos pasado!. Seguro que algunos de mis compañeros y compañeras, mamás y papás acompañantes, seño y maestro se pegaron luego una siesta de proporciones históricas.